jueves, 7 de junio de 2007

El código de la circulación. Muy "sui generis".

En nuestro pueblo nos estamos acostumbrando, cada vez más, a guiarnos por un código de circulación adoptado por nosotros mismos y al margen del que rige en el resto del país. A nadie le extraña ver situaciones que son incomprensibles pero que en Talarrubias son de lo más cotidiano.

Estamos de acuerdo en que un código con afán recaudatorio como único fin es criticable y absurdo, pero creo que aquí debería aplicarse con más rigor.

Las campañas de recaudación arbitrarias y periódicas que se producen (llámense el control de cinturón en la Fuente de la Villa, o el estacionamiento indebido en las inmediaciones de la Estación de Autobuses entre otras) solo sirven para recaudar, no tienen ningún fin de concienciación, no sirven para promover en los automovilistas, y peatones no olvidemos, un propósito firme de enmienda.

Si de verdad se persiguiera ésto, un objetivo concreto de reeducación vial, podríamos dejar de hacer la vista gorda ante situaciones como:

- Estacionamiento indebido en zona de interesecciones o calles estrechas: hartos estamos de tener que hacer filigranas con el volante para poder circular por deternminadas calles en las que cada un estaciona donde mejor le viene en gana.

- Control de cinturón: no solo en las campañas de recaudación y en los lugares habituales. Se debe sancionar siempre y en cualquier lugar.

- Sanción de los menores que viajan sin los dispositivos adecuados: solo tenemos que parar a la salida y entrada de colegios y guarderías para observar el porcentaje ridículo (yo he calcdulado un 20%) de niños que al montarse en un vehículo son dispuestos en los asientos, sillas y demás elementos adecuados para su edad. He visto "meter" 3 niños de no más de 5 años en la caja de una Renault Express, como ganado.

- Despropósito peatonal: no olvidemos que los peatones también son susceptibles de sanción cuando infringen la norma. Decenas de ancianos cruzando por donde quieren, sin mirar, obcecados y dispuestos a hacer prevalecer su máxima de "ya parará". Luego vienen las lamentaciones.

Y además de ésto decenas de situaciones que son incomprensibles y que nadie tiene en cuenta hasta que ya no se pueden evitar.

Debemos ser más cívicos, tolerantes y ponernos en la situación de aquel/aquellos a los que estamos afectando con nuestra conducta poco solidaria

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